CONSERVA DE BONITO

Ya ha llegado la temporada de bonito y una buena forma de poder disfrutarlo todo el año es embotándolo en conserva. Hay muchas formas de hacerlo, pero aquí os mostramos una de las más sencillas.

Se necesitan: tarros de cristal con sus tapas correspondientes, un bonito en lomos, aceite de oliva virgen extra, sal y laurel en rama.
Lo primero que debemos hacer es lavar bien los tarros y las tapas y, a continuación, hervirlos unos 10-15 minutos para esterilizarlos.

Los lomos de bonito se cortan en trozos más o menos iguales y se salan ligeramente. Se llenan los botes con la carne, de forma que ésta quede apretada, y se añade un trocito de hoja de laurel en cada uno. Terminamos de llenar el bote con aceite de oliva, procurando que no queden huecos vacíos por el medio para evitar que se estropee. Los tarros no se deben de llenar completamente.

A continuación se tapan los botes intentando que queden bien apretados. Es importante que las tapas estén en perfectas condiciones. Se colocan en una olla grande, boca arriba, y se cuecen durante al menos dos horas (dependiendo del tamaño de los botes).

Transcurrido este tiempo, se sacarán los tarros y se colocarán boca abajo sobre una superficie plana y cubierta con unos paños. Se taparán con más paños para que vayan enfriando poco a poco y se dejarán así durante un día. NO SE DEBEN MOVER, para que se forme bien el vacío dentro y se conserven bien. Para almacenarlos, también se recomienda colocarlos con las tapas hacia abajo.

Si se realiza de esta manera, podemos conservar el bonito durante todo el año y emplearlo de la misma forma que el bonito de lata que se compra. Una cena sencilla para el verano es poner el bonito en un plato con un poco de sal, aceite y pimentón picante o dulce y acompañarlo con unos huevos duros.


No hay comentarios:

Publicar un comentario